Dos cartas del físico Albert Einstein donde expresa su remordimiento por no haber podido evitar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki fueron difundidas, a un mes del 60º aniversario de aquella masacre nuclear.
El padre de la teoría de la relatividad (la base para fabricar la bomba atómica) mantuvo correspondencia con Seiei Shinohara, un amigo filósofo japonés, conocido en Alemania y muerto en 2001.
El padre de la teoría de la relatividad (la base para fabricar la bomba atómica) mantuvo correspondencia con Seiei Shinohara, un amigo filósofo japonés, conocido en Alemania y muerto en 2001.
La viuda de Shinohara fue quien difundió las cartas en apoyo de la causa antinuclear. "Condeno totalmente el recurso de la bomba atómica contra Japón, pero no pude hacer nada para impedirlo", escribió el Premio Nobel de Física dos años antes de su muerte, ocurrida en 1955.
Fueron escritas entre 1953 y 1954, años después que EE.UU. lanzara sendas bombas de uranio y de plutonio sobre las ciudades japonesas de Hiroshima, el 6 de agosto de 1945, y Nagasaki, tres días después. Más de 140 mil personas murieron con la explosión y las víctimas de la radiación que fallecieron en los años siguientes superaron las 100 mil en ambas ciudades japonesas.
Las cartas de Einstein al filósofo Shinohara demuestran cuánto sentía el físico la necesidad de justificarse. Es que, en 1939, le escribió al presidente Franklin D. Roosevelt advirtiendo que la Alemania de Adolfo Hitler se encaminaba a fabricar la primera bomba atómica. Roosevelt le respondió el 19 de octubre de 1939 —cuando ya se había desatado la II Guerra Mundial— que había ordenado a una junta analizar esa información. El resultado fue la fabricación de la bomba atómica en EE.UU.
En varias ocasiones Einstein trató de persuadir sin éxito al presidente norteamericano de abandonar el programa nuclear. Roosevelt condujo a EE.UU. durante la guerra y murió a causa de una hemorragia cerebral en 1945, sin ver el final de la contienda mundial a la que su país ingresó en 1941. Finalmente, fue su sucesor, Harry Truman, quien tomó la decisión de lanzar dos ataques atómicos contra Japón, en 1945.
"Si lo hubiese sabido, no hubiera escrito jamás esa carta", comentó amargamente el científico luego de la masacre nuclear. "Mi pacifismo es un sentimiento instintivo, un sentimiento que me domina porque el asesinato del hombre me inspira profundo disgusto. Mi inclinación no deriva de una teoría intelectual; se funda en mi profunda aversión por toda especie de crueldad y de odio", escribió.
me parece prioritario la difusión de estas cartas de forma abierta en los centros educativos .
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